“Su casa se les deja abandonada a ustedes”
Dios abandona para siempre su casa terrenalMUCHAS PERSONAS PIENSAN, QUE DENTRO DE LOS TEMPLOS ESTA DIOS, QUE SU PRESENCIA ESTA AHI, QUE DICE LA BIBLIA?
PARA RESPONDER ESTA PREGUNTA DEBEMOS GUIANOS POR LA BIBLIA, PRIMERO LA BIBLIA MANDA QUE SE CONSTRUYAN TEMPLOS , IGLESIAS 0 SINAGOGAS? JESUS DIJO“Su casa se les deja abandonada a ustedes”. (Mateo 23:37, 38.) QUE SIGNIFICA , QUE TODAS LAS CONSTRUCCIONES SON HECHAS PARA ELLOS, Y NO PARA DIOS, YA LA ADORACION SERA EN ESPIRITU Y VERDAD
Debido al valeroso acto de Jesús en defensa de la adoración pura de Dios, los jefes religiosos judíos estaban decididos a matarlo. (Marcos 11:18.) Jesús, sabiendo que en breve sería asesinado, dijo a los líderes religiosos judíos: “Su casa se les deja abandonada a ustedes”. (Mateo 23:37, 38.) Así indicó que en poco tiempo Dios ya no aceptaría el culto que se le rendía en el templo típico de Jerusalén; este ya no sería más “una casa de oración para todas las naciones”. Cuando los discípulos de Jesús le mostraron los magníficos edificios del templo, dijo: “¿No contemplan todas estas cosas? [...] De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. (Mateo 24:1, 2.)
La profecía de Jesús se cumplió treinta y siete años después, en 70 E.C., cuando las tropas romanas destruyeron Jerusalén y su templo. TAMBIEN ES UNA PROFECIA ACTUAL, DE AQUELLOS QUE FORMAN PARTE DE LA FALSA JERUZALEN, Esta fue una prueba concluyente de que Dios había abandonado su casa típica. Jesús nunca predijo la reconstrucción de otro templo en Jerusalén. Tocante a esa ciudad terrenal, el apóstol Pablo escribió a los cristianos hebreos: “No tenemos aquí una ciudad que continúe, sino que buscamos solícitamente la que ha de venir”. (Hebreos 13:14.) Los primeros cristianos ansiaban formar parte de la “Jerusalén celestial”, el Reino de Dios semejante a ciudad. (Hebreos 12:22.) Así pues, la adoración verdadera de DIOS ya no se centra en un templo material sobre la Tierra. El siguiente artículo examinará el sistema superior establecido por Dios para los que desean adorarlo “con espíritu y con verdad”. (Juan 4:21, 24.)